Ahora bien, de qué manera es llevado este gran tejido.
Se empiezan a tejer los primeros hilos a partir de la conformación de colectivos de diseño juveniles, que se dan en los barrios de las periferias, los cuales son aquellos quienes se desempeñan en áreas creativas y son reunidos para trabajar en pro del proyecto de vestuario, que es la finalidad de esta iniciativa.
Estos colectivos son los encargados de realizar las lecturas necesarias del contexto, para proyectar la información recolectada en un producto de vestuario, el cual da cuenta de las diferentes narrativas barriales que se viven, reflejando en dicho producto diferentes aspectos de localidad. Es así como se establece este proceso creativo, generado desde el centro, del contacto directo con una realidad que no es supuesta sino vivida, donde no es la identidad de una marca, sino las identidades del usuario, la proyección en la expresión vestimentaria de una Medellín multicultural.
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